En el mundo de la gastronomía se ha producido últimamente una revolución.
Una revolución crítica, radical y efectiva. En pocos años hemos pasado de;
realizar un seguimiento borreguil a determinados cocinero ( laureados por las
más prestigiosas publicaciones), criticar todo aquello que no fuese nueva
cocina, buscar el refinamiento artificial, ensalzar el estruendo y
los fuegos artificiales a; la serenidad analítica, búsqueda de honestidad y de
lo autentico, alejamiento de las doctrinas y prejuicios.
Este cambio, a parte de a la crisis económica, se debe a la irrupción de la
gastronomía en medios de comunicación, publicaciones, series, programas
de televisión, Internet... Gracias a esta explosión, el ciudadano ha podido
conocer mejor el producto, el productor, la elaboración, el cocinero...Tenemos
información, podemos formarnos y podemos tener nuestro propio criterio.
Anthony Bourdin (Nueva York, 1956) nos deja su nuevo libro En Crudo, la
cara oculta del mundo de la gastronomía, RBA, 2012. Hace un recorrido a lo
largo de la gastronomía a partir de su propia experiencia en sus diferentes
ocupaciones. Bourdin es un cocinero que encontró su éxito como escritor en su
primera novela, Confesiones de un chef, donde relataba su vida insertada
de fogones y drogas. Posteriormente se
hizo con la propiedad de La brasserie Les halles, en su Nueva
York natal. No ha parado de participar en diferentes programas de televisión: TOP
Chef, A cook´s Tour, Kitchen confidencial... y de participar
con diferentes publicaciones: The New York Times, The Independent...
El libro comienza con un ritmo frenético. Estructurado en pequeños capítulos
independientes en los que desarrolla un tema determinado, salpicado, siempre, por
divertidas anécdotas personales. En algunos de los capítulos el acontecimiento
pasa a primer plano. De lectura resuelta y divertida no deja a títere con
cabeza mostrando claramente sus fobias y destacando sus gustos. Importante en
estos días una persona con un criterio propio. Esta claro que ha este hombre no
le preocupa causar alguna enemistad con este libro pues en el dice todo lo que
quiere decir.
Habla y crítica el afán expansionista que tienen actualmente los chef
estrellas, poniendo a Gordom Ramsay como máximo esponente. (Sobre este tema ya
hable en el post au revoir). Retira la aureola que tiene la vida del chef para
despojarla de toda idealización y bajarla a lo terrenal, poniendo todo lo malo
y bueno que tiene la profesión. Defiende la buena alimentación ante el fast
food haciendo una gran persecución a las cadenas de comida rápida. Llegando a
educar a su hija de dos años y medio en el miedo al payaso de mcdonal. Hace un
repaso a platos auténticos tomados en diferentes partes del mundo en alguno de
sus muchos viajes. Repasa en una lista de personalidades del mundo gastronómico
en Norteamérica entre Villanos y Héroes, donde incluye a nuestro José Andrés
entre los Héroes. El libro discurre como si una conversación de un bar se
tratase saltando de un tema a otro. El libro no mantiene una linealidad tampoco
en la dimensión y profundidad de los capítulos, siendo algunos divertidos,
inteligentes y directos y en cambio otros más pesados y confusos. De todos
modos para todo enamorado de la gastronomía es lectura recomendable.
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