Visita a la última planta del Corte Ingles de Callao, donde han confeccionado una propuesta muy interesante para los sibaritas. Con el clásico rincón del gourmet se han asentado algunas franquicias dispuestas a dar de comer y divertir a los visitantes. Tiene una vistosa terraza donde se puede tomar cualquier cosa que pidas en cada uno de los puestos. Es una Oferta similar al de otros centros comerciales como el Kadewe en Berlin, en el cual estuvimos este verano.
En este ambiente ha abierto David Muñoz una barra para cambiar un poco el concepto que ofrece en Diverxo y para acercar su comida al pueblo llano. Streetxo es una pequeña barra con forma de U con una cocina en el centro donde puedes observar las elaboraciones de los platos que has pedido. Buena música de rock puesta a toda pastilla con una mediocre atención del servicio, hace que el comienzo te marque bastante.
El que te atiende en la barra, deja la barra sin atender y se pone a cocinar dejando con un palmo de narices a toda la barra que quiere pedir la comanda, pagar o pedir otra cerveza. Misión imposible entre el atronador volumen de la música y el desplante de los cocinero-camareros-recogevasos. Es una barra de picoteo, en una barra lo normal es que te atiendan, en todos los sitios menos aquí. Después de esperar durante 15 minutos a que me atendiesen, vuelvo ha decir que es una barra, me decidí tomar dos platos de la carta. Es una carta muy singular con bastantes referencias asiáticas. Bastante atrevida y divertida. Te dan ganas de probarla entera. Los precios oscilan de 6 € a los 14€. Lo que provoca que pidas varias para compartir. Una vez atendida la barra el servicio de los platos es bastante ágil con lo cual disminuye el cabreo que tenías con el primer desplante.
Tataki a la brasa de pez mantequilla. Barbacoa china. Ensalada de anisados y yuzu. Un plato muy sugerente, el pez mantequilla estaba muy bueno con un ligero toque ahumado se envolvía perfectamente en la ensalada con toques de eneldo que de daban frescura y el yuzu aportaba su acidez. Una lastima la salsa de base, ahumada y excesivamente , para mi gusto salada, que enmascaraba la esencia del plato.
Dumpling pékines. oreja confitada y hoisin de fresas. Alioli y pepinillos. explosiva e impactante presentación con tres dumplings, presentados con una oreja crujiente confitada y con toques vegetales para aportar contraste y frescor. Todo manchado con salsa de fresa sutilmente dulce y unos pequeños crujientes de esa fruta. Otra vez el exceso de salsa machaca una buena idea. Demasiado ali oli que se come literalmente el plato.
A mi parecer un bar de tapas con muy mal servicio, muy buenas ideas y muy mal puesta en escena. Exceso de salsa para transformar lo que es una idea brillante en mediocridad, eliminando lo sutil y elegante. Lo mejor, la carta con nuevas ideas en la mesa.
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