sábado, 26 de marzo de 2011

LLEGA LA PRIMAVERA

Ya esta aqui la primavera y los futuros vinos empieza a brotar. Estos son los primeros brotes del año. Haremos un seguimiento de su crecimiento cada semana

lunes, 21 de marzo de 2011

RESTAURANTE SOLANA

El pasado mes de Noviembre paramos en el restaurante solana, ubicado en La Bien aparecida, enfrente del Santuario. Ignacio Solana reformó en 2007 una parte del restaurante originario, de corte tradicional, de 1970, convirtiéndolo en un nuevo referente gastronómico en Cantabria. Lo había visitado antes de la reforma, en la antigua taberna aunque ya con la cocina de Ignacio. Me había causado una gran impresión y tenía ganas de conocer el nuevo Solana, con un escenario más propio para el nivel del cocinero.

La sala es amplia, con buena separación entre las mesas y una cuidada decoración: Destacan los grandes ventanales que visitan las praderías de la zona y la distribución del espacio, que crean un local práctico y agradable; para disfrutar. Nosotros llegamos sin reservar y nos colocaron en una mesa cerca de la puerta de la cocina, donde resultaba bastante molesto el paso del servicio cada vez que salían los platos. Una situación que deberían mejorar. Una lástima que nos tocase a nosotros.

El servicio bastante lento en el comienzo se volvió ágil a lo largo de la comida. Tardaron unos quince minutos en atendernos. Al servicio se le notaba falto de rodaje, siendo evidentes las indicaciones en todo momento de Inma, jefa de sala ( hermana de Ignacio) a su camareras. Esta situación incomoda seriamente a los comensales y el servicio perdía más tiempo en intentar organizarse que en atender a los clientes. Verdaderamente un punto muy flojo del restaurante.

Importante señalar la calidad del pan. Sencillo en presencia pero de una elaboración perfecta con una miga melosa, un punto importante ser exigente en cosas sencillas. En la sencillez creo que está la grandeza.

Comenzamos con unas Vieiras a la parrilla sobre puré de aceite de oliva, manitas de cerdo y carabinero, estupendo plato donde la ligereza de la vieira, elaborada a la parrilla en su punto, se envuelve en los recuerdos de las manitas. Muy bueno, la mejor vieira que he probado.
Seguimos con un Tartar de bonito con berenjena ligeramente ahumada y helado de jengibre, plato bien ejecutado aunque el exceso de helado restaba un poco de fuerza al steak. De todos modos un plato más que notable.
Como plato principal pedí Carrilleras de ternera de leche estofadas al vino tinto con manitas de cerdo crujientes y puré de patata, otra vez aparecen las manitas de cerdo.( a mi me encantan y creo que al cocinero también) Un plato correcto sin más. Indicar que sobre todo los platos principales son demasiado grandes difuminando un poco la calidad de los mismos. Los platos tienen que tener una medida. Hay algunos platos que aceptan buenas raciones y otras que no se puede poner mucha cantidad. Como en el caso de las carrilleras y las manitas, con esa gelatina que aunque agradable acaba por saturar. Lo siento, soy de los que no pueden dejar nada en el plato. De todos modos, correcto.


Restaurante con muy buenas posibilidades pero con bastantes cosas que pulir. Volveré dentro de un año.