jueves, 24 de octubre de 2013

CASA MARCELO

Estos tiempos que corren son malos para la alta grastonomía. La alta gastronomía se ha refugiado en las grandes ciudades donde todavía quedan tarjetas de empresa que se puedan permitir el capricho. En las ciudades de provincia es muy complicado mantener un nivel y pagarlo. La alta gastronomía no entiende de Low cost, pues si es alta grastonomía es alta calidad y la calidad tiene un precio.Pero siempre hay excepciones.

CASA MARCELO es el restaurante de Marcelo Tejedor situado en Santiago de Compostela que consiguió la estrella Michelín en el año 2004 . En el restaurante se daba un único menú degustación de acuerdo con el mercado de cada momento. A comienzos de este año cerro sus puertas, renunciando a la preciada estrella para reinventarse y empezar de nuevo. El pasado 6 de Abril reabrió sus puertas en el mismo local con un concepto totalmente diferente. Decorado con una curiosa mezcla de estilos. Crea un ambiente muy confortable. Presenta tres espacio diferenciados pero muy agradables: Una mesa alta, con taburetes de bar, en la entrada, donde compartes mesa con otros grupos hasta completarla. Las mesas no tienen mantel y los cubiertos son de madera. Es un ambiente muy desenfadado, que pueda dar  situaciones muy divertidas. Después hay una barra al estilo sushi bar (hay bastantes platos japoneses) donde se ve a los camareros realizando diferentes tipos de preparación. Por último hay una mesa en la misma cocina, donde me tocó cenar a mi, una mesa grande como para 12 comensales.


fachada del restaurante
 La carta variada y dinámica va desde las típicas banderillas ( gilda de merluza) o mejillones en escabeche a toques más internacionales, como nigiris de pescado blanco o azul de japón o la mezcla como el shao mai de liebre estofada donde mezcla la tradicional preparación china con la caza. Son platos que oscilan de 4€ a 20€, lo cual anima a disfrutar de la comida y no te piensas pedir una ración más. El servicio, desenfado y ágil , contribuía a pasar un momento agradable, fuera del cliche de los grandes restaurantes. Nosotros eramos cuatro comensales y pedimos 9 raciones, alguna de ellas era tapa como la gilda de merluza,(quizá lo que menos me gusto), o los mejillones.

la cocina de Casa Marcelo
Toda la comida me pareció espectacular, todos los platos eran interesantes, algunos hasta divertidos. El patata puerro, es una patata que intenta imitar la forma del puerro con una salsa de huevo que te hace recordar a los clásicos huevos fritos. Pero fuera de estos divertimentos la cocina se muestra precisa y sabrosa. No falla ninguno de los platos, perfectamente elaborados en cociones correctas y sabores potentes, que te abren el apetito y animan a pedir una nueva ración. Los clásicos nigiris de pescado azul y blanco estaban potenciados con una salsa que los hacía irresistibles. Para mi lo mejor de la noche llego con el shao mae royal. de liebre; una especie de ravioli envolviendo un estofado de liebre muy potente, con sabores directos y persistentes.
barra de sushi
Tiene un pequeño fallo, la carta de vino es muy corta. Nosotros nos metimos una botella de Refugallo, me resulto realmente interesante, una cosa diferente donde salían todas las cosas que un vino joven tiene que tener, aunque debo decirlo, en la mesa no gusto mucho.

Para terminar la sobremesa nos pedimos unos gin tonic, una pena que no pongan cafe.

Este nuevo concepto  de tabernas creo que se están imponiendo como salida a negocios de hostelería. Ambientes cercanos al bar de tapas, pero con una inquietud para sorprender y hacer las cosas bien.( en este blog también hablé del Asubio de Santander).Reduciendo costes de servicio, mantenimiento, buscando materias primas  que sean más baratas,( no de peor calidad) y con mucho ingenio se pueden conseguir locales como este. Le espero larga vida.