viernes, 13 de abril de 2012

Viña Tondonía 1920

"- Me gusta pensar en  la vida del vino, en que es una cosa viva"- Dice Maya a Miles recostados en un porche de un jardín en una cálida noche de primavera -"Me gusta pensar en que pasaba el año en que crecían las uvas, en como brillaba el sol, o si llovía.

Me gusta pensar en toda la gente que cuidó y recogió las uvas  y , si es un vino añejo, de cuantos de ellos ya deben de estar muertos.

Me gusta ver como un vino sigue evolucionando. Por ejemplo si abro una botella hoy, sabrá distinto a como sabría si lo hubiese abierto cualquier otro día. Porque un vino embotellado en realidad esta vivo, y evoluciona y adquiere complejidad constantemente hasta alcanzar su punto álgido,y entonces, comienza su constante e inevitable declive y además tiene un sabor que te cagas"

Este diálogo de la película ENTRE COPAS (SIDEWAYS, 2008)- Me pareció realmente evocador y describía, con un bello discurso, lo que podemos sentir al probar una botella de vino. Hace un par de semanas en Peñafiel durante una cata improvisada, el Bodeguero Alfredo Maestro saco una botella "misteriosa" Viña Tondonia de 1920. 

 Era todo un misterio pues después de tantos años parece imposible que se hubiese mantenido en pie. Aunque se conoce el buen resultado de esta añada, estamos hablando de un vino cuya uva se recogió en 1920, hace exactamente 92 años. En este momento me acorde de este diálogo de la película. Como estaba España en 1920. Cuantas cosa de las que hoy vemos cotidianas no existían todavía. Como se realizaba la cosecha. Como se cuidaba la viña. Supongo que la totalidad de los que intervinieron en la elaboración de este vino están muertos, pero una parte de ellos estaba encapsulado en esta botella.

Todo esto paso por mi cabeza mientras presentaban la botella. Impresionantemente el vino estaba entero, como bien dice Maya estaba vivo y evolucionando. Se mostraba con cuerpo sin  tufos extraños. aromas limpios de cedro, fruta escarchada, pasas, clavo y pimienta. en boca goloso y sedoso con buena acidez, equilibrado y con un retrogusto interminable y  como decía maya en su discurso " y además tiene un sabor que te cagas".

Gracias Alfredo.