domingo, 18 de diciembre de 2011

LOFT 39

En un reciente viaje a Madrid aproveché para cenar con unos amigos. La reserva ya estaba hecha en un lujoso restaurante del barrio de Salamanca loft 39 ( el enlace no funciona pero es la dirección de su pagina lo siento) abierto desde el año 2.005. La entrada se realiza por un antiguo portal totalmente reformado. Pasas por una atractiva barra bien surtida de Ginebras y otros licores que te predisponen para tomar una copa después de la cena. El Comedor es amplio con una buena separación entre mesas. A nosotros al ser un grupo numeroso nos situaron en un confortable  reservado que se encontraba al fondo del comedor. Esta decorado con colores blancos y cremas y con una cuidada iluminación.

 El servicio era ágil y eficiente, sin grandes distinciones te hacen sentir cómodos y bien atendidos en cada momento. Únicamente al final de la comida el servicio de las copas se demoró en exceso.
La carta estaba bien dimensionada destacando por su originalidad saliéndose con algunos platos de lo habitual en las mesas madrileñas.

La carta de vino correcta con precios dispares, algunos precios se disparaban mientras otros se ajustaban. Nosotros nos decantamos por un Contino reserva  a 44 €, marcado con el 100% sobre el precio de tienda. Debo hacer una matización en el servicio del vino. Durante la cena se pidieron 3 botellas de vino, detecte que una de ellas era diferente a las otras dos. Al final de la cena me acerqué a la mesa de servicio y comprobé que dos botellas eran del 2006 y la otra de 2005. Posiblemente, esta última, conservada en peores condiciones. El camarero, no existía la figura de sumiller, no nos indicó nada del cambio de añada, aunque si nos dio a probar cada una de las botellas.

Comenzamos con unas entradas. Recientemente el cocinero del restaurante Daniel Méndez se había alzado con el 1er premio en el concurso nacional de pinchos de Valladolid 2011con el PERIODICO. Curioso pincho basado en un clásico steak tartar envuelto con un crujiente con forma de periódico enrollado.El steak era muy sabroso y el envoltorio únicamente una divertida presentación que te permitía comerlo con la mano. Fácil de tomar y con una frescura y ligereza que prometía buenos platos para la cena.
Seguimos con unos buñuelos  de trufa. Riquísimos buñuelos crujientes con un aroma y sabor a trufa que envolvía toda la sala.

De plato principal me pedí el tartar de atun rojo con soja. realmente exquisito con un punto subido de fuerza, muy a mi gusto. Con la textura cruda del pescado en unos trozos no demasiado pequeños que permitían saborear  la materia prima. Muy bueno.

Después de los postres y el café pedimos unas copas de gin tonic, para las cuales se traslado una barra móvil con un barman que te aconsejaba, dependiendo de tus gustos, una ginebra de la amplia variedad de marcas que disponían. Un momento en que se echó de menos un habano, pero ya sabemos, no se puede.

Para finalizar el restaurante nos invitó a otra copa en la barra de la entrada, donde pudimos poner final a una bonita velada.




El precio de la cena rondo los 70 €. Considero que atendiendo a lo ofrecido, el sitio y la zona en la que se encuentra, es un precio correcto.Disfruté mucho del restaurante y de la compañía.

1 comentario:

  1. Confirmo punto por punto todas las apreciaciones de dicha cena.

    Me gustó y repetiré seguro (aunque solo sea por la cata de gin-tonics de después)

    abrazo

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