Este fin de semana nos hemos acercado hasta Valencia. Dispuestos a disfrutar, reservamos mesa en el restaurante ENÓPATA, referente nacional para todo enamorado al vino. En el local, amplio y con las mesas separadas, nos recibieron Juan Ferrer y su mujer Rebeca. Nos acomodaron en una bonita mesa redonda y nos ofrecieron un champan como aperitivo, Andre clouet G.R.
Para elgir los vinos para la cena pedimos la carta. No nos oftrecieron la carta de vinos, unicamente disponían de una carta por copas donde indicaban cuanto te cobraban por copa, pero sin indicar el vino a tomar. Juan va eligiendo los vinos de acuerdo con lo pidas de comida y el precio que eligas. Esta metodología no me parece muy lógica, pues a lo largo de una cena puedes tomar una copa que cueste 3 € otra que cueste 6 € y otra que cueste 30€, pero en la carta dispone que tu eligas las copas de un precio concreto sin conocer el vino. Por esta causa decidimos tomar el vino por botellas completas, vaya error. En la mesa éramos 4 personas, un número apropiado para dar buena cuenta a un par de botellas. Ante la imposibilidad de elegir el vino en una carta pedimos a Ferrer que nos escogiese un Borgoña Blanco, Chassange montrachet.les farandes 1 cru 2007 de Michel y Thibault morey para las entradas y un Borgoña tinto para el plato principal, Chapelle chambertin 2001 un gran cru de domaine ponsot.
Como entrante pedimos unos tomates de Valencia con bonito del Norte.Buen Tomate servido en rodajas, con unos sabroso tacos de bonito en conserva regado todo con un buen aceite. Muy sabroso.
El segundo entrante para el centro de la mesa, caramelos de manos de cerdo y rabo de toro. Eran porciones de una mezcla de manos de cerdo y rabo de toro envueltas con una pasta frita. de forma que el crujiente exterior intentaba contrarestar la gelatina interior, pero las porciones eran demasiado pequeñas prevaleciendo en todo momento el sabor de la fritura exterior.
Como plato principal pedí el steak tartar de Buey. Un plato mal elaborado donde se encontraba más pepinillo y pimiento que carne. con una cantidad de mostaza de dijon que enmascaraba el sabor de la carne. Malo malo malo
De postre tomamos lo mejor de la cena una selección de quesos franceses realmente sabroso.
Después del café pedimos unas copas. Me decanté por un Gin tonic de Martin Miller. Muy bien preparado, un pelín suave para mi gusto pero aromatizado y bastante frío. Lo que no me acabó de convencer es la copa utilizada. Un poco estrecha para poder remover los hielos.
La cena fue servida un poco a contracorriente, siempre demandando , un plato, una copa...La sorpresa mayor Ferrer nos la tenía preparada al final de la cena. ya que tardaban en darnos la nota tuvimos que levantarnos para pagar en la barra. En general, toda la cena fue cara, la mierda del tartar costaba 20 €, pero dentro lo que cabe, eso ya lo sabiamos. Lo que no sabiamos es que el vino que nos había ofrecido costaba solamente 127€. Debo de ser un ingenuo pero no me parece ni medio normal que te ofrezca ese vino sin informarte. Que conste que no niego que sea su precio, de hecho he mirado en internet y el vino aparece por esa cifra en las pocas referencias que encontrado.El Whisky , también ofrecido por él, únicamente costaba 20€... En fin, iba a disfrutar y con la idea de poder gastarme esta cantidad de dinero, pero cuando ves estas cosas se te cae el alma a los pies. Un buen profesional del vino se supone que te va a ofrecer los mejores productos con la mejor calidad precio, no va a intenar meterte el mayor palo posible. En su restaurante reza la siguiente cita: "la vida es demasiado corta para desperdiciarla bebiendo vinos malos" yo creo que lo que piensa realmente es que "la vida es demasiado corta para desperdiciarla vendiendo vinos baratos"
me parece un intento de parecer snob sin darse cuenta de que incurre en el gilipollismo
ResponderEliminaruna forma bastante rápida de perder clientes que -conociéndoos- hubieran estado dispuestos a repetir o, cuanto menos, a recomendar el restaurante
falta de vista, y no digamos de tacto
salu2
Es evidente, que no está hecha la miel para la boca del asno. Solo el chambertin Grand Cru del 2001 costaba más de lo que cobré por la cena. Los clientes iban de "sobraos", y eso es lo que me confundió, debería haberles puesto un verdejito fresquito y andando. No merecían otra cosa
EliminarNo tienes ni la menor idea de lo que dices Pedro. Piensa antes de abrir la boquita 🤣
Eliminarno creo que sea snob, sino un cara dura. Por mucho menos dinero se pueden recomendar buenos vinos. De Hecho considero que un buen profesional se tendría que dedicar a eso a recomendar los productos de mejor calida precio. Este hombre vio la posibilidad de dar salida a ese vino y la aprovechó y yo la pague( la botella).
ResponderEliminarsaludos
Es evidente, que no está hecha la miel para la boca del asno. Solo el chambertin Grand Cru del 2001 costaba más de lo que cobré por la cena. Los clientes iban de "sobraos", y eso es lo que me confundió, debería haberles puesto un verdejito fresquito y andando. No merecían otra cosa
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