Para elgir los vinos para la cena pedimos la carta. No nos oftrecieron la carta de vinos, unicamente disponían de una carta por copas donde indicaban cuanto te cobraban por copa, pero sin indicar el vino a tomar. Juan va eligiendo los vinos de acuerdo con lo pidas de comida y el precio que eligas. Esta metodología no me parece muy lógica, pues a lo largo de una cena puedes tomar una copa que cueste 3 € otra que cueste 6 € y otra que cueste 30€, pero en la carta dispone que tu eligas las copas de un precio concreto sin conocer el vino. Por esta causa decidimos tomar el vino por botellas completas, vaya error. En la mesa éramos 4 personas, un número apropiado para dar buena cuenta a un par de botellas. Ante la imposibilidad de elegir el vino en una carta pedimos a Ferrer que nos escogiese un Borgoña Blanco, Chassange montrachet.les farandes 1 cru 2007 de Michel y Thibault morey para las entradas y un Borgoña tinto para el plato principal, Chapelle chambertin 2001 un gran cru de domaine ponsot.
El segundo entrante para el centro de la mesa, caramelos de manos de cerdo y rabo de toro. Eran porciones de una mezcla de manos de cerdo y rabo de toro envueltas con una pasta frita. de forma que el crujiente exterior intentaba contrarestar la gelatina interior, pero las porciones eran demasiado pequeñas prevaleciendo en todo momento el sabor de la fritura exterior.
Como plato principal pedí el steak tartar de Buey. Un plato mal elaborado donde se encontraba más pepinillo y pimiento que carne. con una cantidad de mostaza de dijon que enmascaraba el sabor de la carne. Malo malo malo
De postre tomamos lo mejor de la cena una selección de quesos franceses realmente sabroso.
Después del café pedimos unas copas. Me decanté por un Gin tonic de Martin Miller. Muy bien preparado, un pelín suave para mi gusto pero aromatizado y bastante frío. Lo que no me acabó de convencer es la copa utilizada. Un poco estrecha para poder remover los hielos.

me parece un intento de parecer snob sin darse cuenta de que incurre en el gilipollismo
ResponderEliminaruna forma bastante rápida de perder clientes que -conociéndoos- hubieran estado dispuestos a repetir o, cuanto menos, a recomendar el restaurante
falta de vista, y no digamos de tacto
salu2
Es evidente, que no está hecha la miel para la boca del asno. Solo el chambertin Grand Cru del 2001 costaba más de lo que cobré por la cena. Los clientes iban de "sobraos", y eso es lo que me confundió, debería haberles puesto un verdejito fresquito y andando. No merecían otra cosa
EliminarNo tienes ni la menor idea de lo que dices Pedro. Piensa antes de abrir la boquita 🤣
Eliminarno creo que sea snob, sino un cara dura. Por mucho menos dinero se pueden recomendar buenos vinos. De Hecho considero que un buen profesional se tendría que dedicar a eso a recomendar los productos de mejor calida precio. Este hombre vio la posibilidad de dar salida a ese vino y la aprovechó y yo la pague( la botella).
ResponderEliminarsaludos
Es evidente, que no está hecha la miel para la boca del asno. Solo el chambertin Grand Cru del 2001 costaba más de lo que cobré por la cena. Los clientes iban de "sobraos", y eso es lo que me confundió, debería haberles puesto un verdejito fresquito y andando. No merecían otra cosa
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